Por el bien de tu vida y la de toda tu familia tendrás que aprender a separar el trabajo de tu vida familiar. En el mundo laboral actual hay industrias que son altamente competitivas y esto puede implicar que tengas que trabajar más horas de las que pone en tu contrato o de las que pensabas antes de emprender un proyecto. Parece que solo trabajando duro se puede escalar hacia el éxito, pero esto puede perjudicar seriamente tu vida familiar, y podemos decirte, que es un pago demasiado alto.
Muchos trabajadores se centran en conseguir buenos resultados, pero, ¿realmente merece tanto esa comisión o bonificación a final de mes? ¿Merece la pena estar trabajando todo el tiempo y no acudir a las actividades extra escolares de tus hijos?
El trabajo
Los trabajadores cambian su comportamiento laboral para poder ser merecedor del puesto laboral que tienen. En trabajos competitivos y estresantes (que son cada vez más comunes), vemos relaciones más superficiales entre los compañeros de trabajo, una falta de confianza enorme y mucha crueldad entre ellos. Algunas personas se acostumbran a estar constantemente en alerta o demasiado cautelosas. Pero cuando lo llevan fuera de su rol profesional, puede haber consecuencias para sus vidas y relaciones.
El estrés del trabajo se tiene que quedar en el trabajo. ¿Alguna vez te has encontrado con compañeros de trabajo que se comportan de una manera tan competitiva que tienden a guardarse las cosas para sí mismos y muestran poca empatía contigo? ¿Te has encontrado con personas que no confían en nadie o que las relaciones que tienen con las personas del trabajo, son solo 'de trabajo'? Estos comportamientos son cada vez más comunes en el trabajo, y puede que te hagan sentir mal y que lleves esas frustraciones a casa después de tu horario laboral.
Después del horario laboral
Si no dejas los problemas fuera de casa antes de entrar a tu hogar, afectará directamente a las relaciones que tienes con tu pareja y tus hijos. Muchas personas pasan de 8 a 12 horas en el trabajo por lo que es probable que las emociones que se sienten allí se pasen a otra parte, como a la vida familiar. Pero esto te puede afectar negativamente. Es necesario aprender a separar los sentimientos del trabajo del hogar. Porque si no no confiarás en las personas o te enfadarás con tus hijos sin motivos por culpa del estado de ansiedad que estás experimentado en el trabajo.
Tu hogar y tu familia es tu refugio por lo que es importante cuando llegues a casa te tranquilices y pienses que ya estás a salvo. Tienes horas por delante para disfrutar de tu hogar y de eso tuyos. Nadie te necesita más que tu familia, ni siquiera tu jefe. Tu jefe solo quiere conseguir mejores resultados, si no eres tú lo puede hacer otra persona. En cambio en tu familia, sí que eres imprescindible, nadie puede ocupar tu puesto.
En cambio, si te dejas arrastrar por las emociones generadas en el trabajo puedes tener una falta de comunicación en casa que te perjudique personalmente. Aunque no confíes en las personas de tu trabajo, tu hogar es el lugar más seguro del mundo. Allí estás bien.
Cambia el chip
Para cambiar el chip tendrás que separar tu trabajo de tu vida personal. Se supone que son lugares diferentes, ¿no? Incluso si trabajas desde casa es necesario que separes el horario laboral del tiempo que pasas con tu familia.
Disfruta del tiempo que tienes fuera de tu horario laboral y disfruta de esa seguridad que te aporta tu pareja y tus hijos, sabes que ellos son parte de tu vida, son tus pilares y no es necesario que te hagas un escudo emocional como haces en el trabajo.
Tendrás que hacer un esfuerzo extra para disfrutar del momento presente cuando estás con tu familia y no preocuparte por los pensamientos laborales. Si tienes algún pensamiento que te impide disfrutar del presente, entonces apúntalo en un papel y ocúpate de él cuando estés en tu horario laboral. Así podrás volver a disfrutar del momento con tus hijos y tu familia.
En el trabajo puedes empezar a ser una persona empática y sincera, ya que esto no es una señal de debilidad, sino todo lo contrario. Muestra tu fortaleza y tu lealtad a tus principios y a unos valores morales claros y dignos.