La sepsis neonatal es una infección de la sangre que ocurre en el bebé con menos de 3 meses. Esta terrible enfermedad explica al menos el 50% de las muertes de los bebés en los países desarrollados.
Hay dos tipos de sepsis. La sepsis de transmisión vertical que aparece por la consecuencia de la transmisión de microorganismos del cuerpo de la madre hacia el bebé durante el parto o incluso antes. El pequeño entra en contacto con gérmenes que se encuentrean en el canal genital materno y contaminan al bebé de forma ascendente o por contacto directo del bebé con secreciones con bacterias al bajar por el canal uterino durante el alumbramiento. Aparece durante la primera semana de vida del pequeño, a partir de las 24 horas. Las bacterias que producen la sepsis de transmisión vertical son la Escherichia coli, el estreptococo y la Klebsiella. La tasa de mortalidad es en torno a 20-50% de los casos.
Por otro lado, la sepsis nosocomiales que aparecen a partir de la primera semana del nacimiento y antes de los 90 días. Se debe a la absorción de microorganismos provenientes del exterior de los Servicios de Neonatología, por ejemplo por enconrarse dispersos en lugares donde el bebé descansa habitualmente, por contaminación directa con el personal sanitario o material contaminado (termómetros, catéterres, etc). Este tipo de sepsis está muy relacionado con la meningitis y su tasa de mortalidad es más baja, de 10 a 25%. A esta clasificación también se le llamó sepsis temprana y sepsis tardá por el momento de su aparición, sin embargo, no es muy correcta porque no todas las sepsis de transmisión vertical aparecen durante la primera semana de vida y viceversa.
neonatal se trata con antibióticos, aunque cada tratamiento depende de si hay otras enfermedades asociadas
Síntomas de la sepsis neonatal
Los principales síntomas son:
-Mala regulación de la temperatura, tiene fiebre o hipotermia.
-Taquicardias sin motivo aparente.
-Dificultades para comer y problemas gastrointestinales. En este sentido puede rechazar las tomas, tener vómitos, diarreas, distensión abdominal, etc.
-Problemas respiratorios: notas que el bebé tiene ´respiración irregular, aleteos, apneas, taquipnea, cianosis...
-Alteraciones cardiorespiratorias. El recién nacido puede presentar un aspecto "séptico", pálido o moteado. Puede presentar signos de hipotermia, pulso débil e hipotensión.
-Signos hematológicos. El niño puede llegaar a tener la piel con cierto tono púrpura o sufrir pequeñas heomorragias.
Como se puede observar estamos hablando de signos que son muy inespecíficos ya que estas respuestas son muy comunes en general y es difícil concretar cuál puede ser el origen. Es más, en niños que son prematuros no siempre se presentan estos síntomas, por eso la principal prueba de que hay sepsis neonatal por transmisión vertical es la presencia de patógenos en el canal uterino y debe de hacerse en el hospital.
Tratamiento de la sepsis neonatal
Una vez que se ha diagnosticado al niño el tratamiento consiste en administrar antibióticos según el criterio del médico pues si además tiene otra enfermedad asociada como la meningitis variará. Es decir, cada equipo de terapia intensiva en recién nacidos va a cambiar dependiendo de las variaciones de gérmenes y la sensibilidad a los antibióticos. El niño bebé además deberá de recibir otros cuidados especiales como una dieta rigurosa, ventilación automática si presenta apnea, diuréticos en el caso de tener insuficiencia renal y drogas vasoactivadores si ha presentado un shock. La duración total del tratamiento dura un máximo de 10 días si se trata de una sepsis focal o de 15 si además hay una meningitis asociada, aunque la duración puede variar en función de la mejoría del pequeño.
Pronóstico de la sepsis en bebés
Hay muchos factores que predicen un buen o mal pronóstico. Entre ellos está la edad gestacional (los bebés prematuros tienen un sistema inmunológico más débil), el peso que presente el bebé al nacer, la bacteria causante de la infección y la efectividad y rapidez con la que el servicio de urgencia trate al recién nacido. Por tanto, habrá más riesgo de muerte si el bebé pesa menos de 2500 gramos, en sepsis neonatal temprana y en los casos de meningitis. En estos últimos puede incluso haber daño a nivel cerebral.
Prevención de la sepsis neonatal
La prevención dependerá del tipo de sepsis a la que nos enfrentamos.
Sepsis de transmisión vertical
-La madre deberá hacerse un cultivo vaginal entre las semanas 35 y 37 semanas de gestación, repitiéndose en un futuro el estuudio si han pasado 5 semanas y la mujer aun no ha dado a luz.
-Se deberá hacer una proxilasis antibiótica intraparto si la mujer da positivo en el cultivo, ha tenido un hijo anterior con sepsis neonatal o se le detecte en la orina EGB (gérmen de la bacteria llamada escherichia coli).
Sepsis de transmisión nosocomial
Desgraciadamente cuando no se tienen los recursos ni tiempo suficiente para atender a todos los neonatos que llegan al hospital se descuidan muchas medidas higiénicas y eso nosotros los padres no podemos controlarlo. La inmadurez del sistema inmune del pequeño lo hace vulnerable a las bacterias que puedan esconderse en los procedimientos y material utilizado. Cundo el recién nacido se contamina l as bacterias atraviesan la barrera de la piel (o mucosas) e ir a parar al torrente sanguíneo, ahí se dividen y comienza la infección. La rapidez con la que el niño enferme dependerá de lo fuerte que sea su sistema inmunitario, en ellos es bajo, más aún si es prematuro.
-Lavarse bien las manos. Es una medida fácil de seguir y vital para prevenir la enfermedad. Las manos contaminadas son un vehículo de transmisión de bacterias.
-Desinfectar bien el material que se va a utilizar (termómetros, tetinas, incubadoras, fonendoscopios, sondas, etc).
-Infección de la mucosa respiratoria. Para evitar infectarse por esta vía hay que tener especial cuidado a la hora de hacer una intubación intratraqueal. Si no se siguen las medidas correctas el riesgo de infectarse al poner un respirador al niño son altas.
-Infección de la mucosa digestiva. Para este tipo de infección hay que prestar especial atención a la limpieza de las tetinas y biberones que a veces no se desinfectan adecuadamente por las prisas y la insuficiencia de personal. Por otro lado, si para alimentar al bebe se usa leche de fórmula tenemos que asegurarnos de que las manos y los recipientes estén bien limpios.