Son muchos los niños y adolescentes que tienen redes sociales desde incluso los 10 años. Normalmente las redes sociales más usadas por los adolescentes en la actualidad son Instagram y Facebook. Y en muchos casos, que tengan redes sociales a edades tan tempranas solo les traerá consecuencias negativas.
Los niños quieren crecer demasiado rápido pero hay algunos límites que deben respetar por el buen desarrollo social y emocional. Si un niño tiene redes sociales demasiado pronto se olvidará de la importancia de interactuar con otras personas, perderá habilidades sociales y además, podría caer en problemas y conflictos virtuales solo por la inmadurez que tiene de forma natural a esas edades.
Los peligros de las redes sociales
Las redes sociales tienen mucho peligro, un peligro que los niños por su inmadurez emocional es complicado que entiendan realmente. Pueden conocer a personas que fingen ser otras y que acaban siendo pederastas, pueden ser víctima de ciberbullying o incluso ser los acosadores por la facilidad que las redes sociales da para decir barbaridades detrás de una pantalla afectando la vida emocional de otro,
Es difícil controlar los verdaderos peligros de Internet, incluso aunque tengas una buena configuración de privacidad . Es posible que hayas escuchado alguna vez que los niños están por un paso por delante de sus padres cuando se trata de tecnología. Aunque una red social puede ser algo que se abra con el padre o la madre al lado, será cuestión de tiempo que los niños quieran manejarlas a su antojo.
En cualquier momento de distracción paternal, aunque solo sean 10 minutos puede ser más que suficiente para que los hijos se acerquen al peligro virtual. Los pederastas o el acoso cibernético son peligros reales, así como el poder acceder a contenido que no se apto para sus mentes tan vulnerables.
Las redes sociales y las amistades en la infancia
Las amistades en la infancia y la adolescencia pueden ser complicadas, y cuando algo ocurre fuera de casa siempre puede regresar a su hogar, su refugio, su lugar seguro. En cambio, cuando las amistades se vuelven complicadas en las redes sociales, los niños pueden seguir sintiendo terror incluso estando en casa, porque sienten que no están seguros tampoco en casa... Siempre que suele el teléfono sentirán terror.
Las redes sociales también tienen desventajas. Incluso los adultos nos sentimos mal cuando nos sentimos excluidos en cualquier situación social. Para un niño y especialmente para un adolescente, el menor rechazo pueden sentirlo como el dolor más profundo. Preocuparse porque alguien no responde a sus mensajes o que no le incluyen en un grupo de chat, puede ser devastador para ellos. Los niños y adolescentes no tienen que pasar por eso antes de poder procesar este tipo de sentimientos de forma correcta.
Esto no significa que estés protegiendo demasiado a tu hijo, simplemente debes asegurarte de que es lo suficientemente maduro como parar poder controlar este tipo de emociones. Antes de eso, es mejor que no tenga redes sociales. Para ello, tendrás que trabajar primero su autoestima, su pensamiento crítico y su fuerza de voluntad. Solo de esta manera si alguien le excluye o tiene palabras negativas hacia su persona, podrá canalizar y responder mejor a este tipo de situaciones.
La mejor edad; a los 15 o 16 años
La mejor edad para poder trabajar las emociones y que los niños y adolescentes puedan canalizar mejor y comprender para qué sirven y cómo utilizar las redes sociales es a partir de los 16 años. Antes es demasiado pronto para que las tengan. A esta edad pueden tener la madurez suficiente para establecer por ellos mismos una buena configuración de privacidad, de poder procesar mejor la información que aparece en su timeline y sobre todo, a ser consciente de que no todo el mundo es lo que parece.
También será muy importante trabajar la comunicación y la confianza familiar para poder mejorar el uso de las redes sociales y que si tienen algún problema puedan acudir a ti cuando antes para solucionarlo.