Tras el parto más de la mitad de las madres sueñen experimentar una condición llamada "baby blues". Se trata de un corto periodo de tristeza y apatía donde la madre se siente desdichada, insegura, cansada, ganas de llorar y excesiva preocupación. Uno de los principales factores de aparición son los intensos cambios hormonales que la mujer experimenta durante y después del parto. Suele durar unos días, a veces más de una semana, sin embargo, cuando esta condición se alarga más de dos es preocupante y se tiene que encender la alarma. Para eso deberás valorar el grado de tristeza que sientes, ¿te impide implicarte en las actividades que antes SÍ solías hacer? ¿no encuentras ganas de estar con los tuyos? ¿ni siquiera te apetece levantarte de la cama? ¿te está durando más de dos semanas? ¿tenías ya síntomas depresivos antes del parto?
Aproximadamene el 10% de las mujeres que dan a luz tienen una depresión postparto, una cifra muy elevada. Sin embargo, la mayoría de ella son busca un tratamiento porque no son conscientes de que realmente sea una depresión, piensan que se les pasará y lo dejan pasar, pero lejos de eso, si no se trata a tiempo se puede cronificar esta condición y dificultar así el tratamiento.
Síntomas de una depresión postparto
1. Tristeza profunda, y sentimientos de desesperanza. La madre siente una gran tristeza pero no puede identificar la causa. Acaba de tener un bebé, todo parece haber ido bien, los familiares y amigos la felicitan y todos parecen muy felices, todos menos ella.
2. Culpabilidad. Esa situación desencadena también sentimientos de culpabilidad porque cree que ella al igual que los demás debería feliz con la llegada del bebé, sin embargo es incapaz de conseguirlo y siente que solo estorba.
3. Lloros constantes sin un motivo aparente. Como consecuencia la mujer llora frecuentemente aunque hay veces que la tristeza es tan profunda que no tienen fuerzas ni para eso.
4. Anhedonia, la madre deja de disfrutar de aquellas actividades con las que antes si lo hacía. Tiene la sensación de que la vida no merece la pena vivirla.
5. Insomnio. Hay muchos tipos de insomnio, puede tener dificultades para quedarse dormida, dificultades para mantenerlo durante la noche o simplemente despertarse más temprano de lo habitual sin poder volver a dormir de nuevo. Ese cansancio hace que por el día este fatigada y se pase mucho tiempo en la cama, exhausta o/y desganada para poder salir de ella.
6. Cambios evidentes en el peso. Algunas mujeres engordan porque se dan atracones y otras pierden el apetito y adelgazan escandalosamente.
Otros síntomas algo menos frecuentes pero que aun así aparecen en muchos de los casos son:
-Irritabilidad o/y labilidad emocional. Están irritables o cambian de humor muy fácilmente.
-Preocupaciones constantes sobre el cuidado del bebé y su salud, a veces injustificadas. Una idea obsesiva que suele repetirse en la madre con depresión postparto es el miedo al síndrome de muerte súbita del bebé, por eso están en una continua hipervigilancia que les impide descansar adecuadamente. En otras situaciones tienen delirios que les lleva a pensar que alguien quiere quitarles a su hijo.
-Evitar a los familiares, normalmene porque se siente culpable y prefiere estar sola.
- Baja autoestima y vergüenza por su propio cuerpo.
- No son capaces de hacerse cargo del bebé porque no sienten interés hacia él, se sienten una mala madre y por lo tanto más culpables.
Causas de la depresión postparto
Estos síntomas pueden explicarse en parte. Las causas que dan lugar a los síntomas son un conjunto de factores que influyen en la mujer. Para empezar los cambios hormonales del parto hacen que la mujer esté más sensible y en combinación con el ambiente que rodea la mujer y factores genéticos que producen una cierta "vulnerabilidad" en la mujer pueden desencadenar en una depresión postparto. Este tipo de depresión es más comúnmente mujeres con antecedentes en la familia de enfermedad mental, pero también cuando la mujer siente un gran estrés durante el embarazo, por ejemplo, por no haber recibido la ayuda suficiente, vivir en ambientes empobrecidos o no haberse cuidado lo suficiente durante el mismo (drogas, mala alimentación y otros hábitos nocivos).
No podemos entonces de hablar de unas causas propiamente dichas, si no más bien de unos factores de riesgo que facilitan la aparición del trastorno.
- Haber sufrido depresión antes del embarazo o durante el mismo.
- Haber sufrido tristeza postparto (baby blues).
- Haber vivido acontecimientos vitales estresantes antes de dar a luz o justo después de ello.
- Haber tenido un parto traumático y muy doloroso.
- El embarazo no fue deseado.
- Parto prematuro donde el niño es ingresado en neonatos.
- Tener gemelos, mellizos o trillizos aumenta las posibilidades, tal vez porque los cambios hormonales son más drásticos.
- Que el niño haya nacido con malformaciones, sufra un trastorno genético o haya habido complicaciones médicas.
- Ser madre soltera. Esta condición hace que la mujer se sienta menos arropada y siente que la responsabilidad sobre el niño recae enteramente en ella. No se ve capaz de afrontar las circunstancias para salir adelante con el bebé.
- No ser solvente económicamente. Por ejemplo, no tener empleo o estar incapacita para trabajar.
La importancia de buscar tratamiento
La madre no puede quitar importancia a una depresión postparto. Si estos síntomas los notas durante la primera semana date tiempo y espera unos días más, pues puede tratarse de la tristeza postparto en la que no es necesaria el tratamiento aunque si el apoyo familiar y de la pareja (si la hubiera). Sin embargo, si se alarga más tres semanas pide ayuda porque podría tratarse de una depresión postparto.
Si la madre tiene una tristeza extrema, ideación suicida y ataques constantes de pánico debería ser atendida urgentemente. A veces la depresión postparto puede confundirse con el inicio de una psicosis postparto, una condición todavía más incapacitante donde la mujer tiene alucinaciones, delirios y necesita vigilancia continua.
El tratamiento de la depresión postparto es parecido a la depresión habitual. Si no es muy grave la madre estará en observación un tiempo y acudiendo a consultas periódicas. En el caso de que fuese más grave la madre recibirá medicación y se le derivará a un psicólogo clínico y psiquiatra.