Te vamos a exponer una serie de temas que suelen ser motivo de conflicto en muchas familias. Da igual donde vivas o tu filosofía de pensamiento, coincidirás con la mayoría de familias de tu entorno.
Salidas nocturnas y entretenimiento
Salir de fiesta con los amigos por la noche y la hora de regreso a casa serán motivo de conflictos. Una buena negociación será clave a la hora de marcar un horario y unos límites. Es importante tener en cuenta las múltiples posibilidades de ocio y consumo que se le ofrece al adolescente en estos tiempos actuales. Hablar con ellos y explicarles cuáles pueden ser las consecuencias de un uso o abuso inadecuado de su recién adquirida libertad, pueden prevenir problemas futuros con el alcohol, las drogas o comportamientos límites.
Colegio
Las notas a final del trimestre, el progreso según avanza el curso y su comportamiento con los semejantes y con los profesores pueden ser motivo de conflictos en un adolescente rebelde. La motivación y el refuerzo positivo conseguirán mayores logros que el castigo y el autoritarismo del "porque sí". El refuerzo negativo puede ser efectivo a corto plazo, pero puede dar lugar a un abandono escolar en los próximos tiempos.
Amigos y compañías
Dime con quien andas y te diré cómo eres. En la etapa de la adolescencia nuestros amigos forman parte fundamental de nuestro desarrollo y autoconcepto. Necesitarás tus mejores dotes detectivescas para observar si ese amigo íntimo de tu hijo es en realidad una buena influencia o, por el contrario, ayuda a tu hijo a descuidar sus obligaciones escolares y a no cumplir con las normas de la familia. O quizá sea tu hijo el que influya negativamente en su amigo.
Pareja
La adolescencia marca también el comienzo del interés sexual por el otro sexo (o por el mismo). Es importante darle toda la información posible, veraz y sin tapujos ni prejuicios, haciendo hincapié en fomentar su autoestima y dignidad propias, en la seguridad a la hora de tener relaciones sexuales o amorosas, y en que el adolescente sepa valorar el momento que está viviendo y la fuerza de sus sentimientos sin descuidar otras facetas de su vida (amigos, estudios, aficiones, familia...)
Vacaciones
Llegan las vacaciones. Como padres llevamos unos cuantos años eligiendo el destino y la forma en qué pasar unos días de descanso en familia. Hasta ahora los hijos iban sin discutir al lugar soñado durante todo el año, pero ahora los roles familiares han cambiado y el adolescente siente que su opinión merece ser escuchada y sus gustos atendidos. Llegar a un acuerdo que sea favorable para todos requiere de mucha paciencia y comprensión.
Volvemos a insistir en la negociación. Quizá sea bueno que alguno de sus amigos íntimos pueda acompañarlo en sus días de vacaciones, lo mismo que él pueda ir con otro a pasar unos días sin los padres. Otra opción son los campamentos y colonias de verano, donde el adolescente aprenderá a desarrollar su personalidad y su autonomía en un ambiente nuevo y controlado.
La paga
Otro motivo de discusión. Siempre va a querer más de lo que se le da. Debemos, como padres, ser conscientes del ambiente en el que nuestro hijo se mueve. No es lo mismo una familia de clase media que otra de clase alta. La paga tiene que ir en relación a varios factores: su buen comportamiento (tanto en casa como en sus estudios), el buen uso que hace de su dinero (no tiene desfases habituales por una mala administración) y el mundo social en el que vive.
Futura profesión
En la adolescencia es normal que se plantee una disyuntiva a la hora de seleccionar un perfil educativo para el futuro de nuestro hijo. Hay que tener en cuenta que es fácil que el adolescente cambie de opinión varias veces en el mismo período, a medida que va conociendo nuevas salidas y ofertas profesionales. Es fundamental saber orientarlo en función de sus habilidades y capacidades. Será un mal economista si las matemáticas nunca se le han dado bien, o un mal abogado si la memoria no es una de sus mejores cualidades. Es importante definir cuáles son sus gustos y adaptarlos en función de las salidas profesionales, tanto a nivel de Universidad como en la Formación Profesional.
Vocabulario
En cada generación ha existido un lenguaje propio distinto al de la generación anterior. La manera de dirigirse a padres y adultos es algo que se cultiva desde la infancia. Es fundamental inculcar a los hijos el respeto a los mayores, a la hora de dirigirse a ellos, la educación abre muchas más puertas que la rebeldía que inunda al adolescente en esta edad. A veces un vocabulario soez e inapropiado solo es una manera de llamar la atención, en un proceso madurativo que está siendo llevado sin un apoyo familiar adecuado.
Vida personal
Querrá su propia intimidad y cerrará la puerta de su habitación cada vez que llegue a casa. Busca su espacio personal y está creando un mundo a su alrededor, de acuerdo a su crecimiento emocional y personal. Los padres debemos respetar su espacio. Ya no podemos entrar a su habitación sin llamar, deberíamos pedir permiso para "tocar" sus cosas, entenderemos que tenga pequeños secretos que nosotros ya no vamos a saber... y otros muchos ejemplos similares. Se está convirtiendo en un joven adulto y va marcando su territorio.
El rol familiar ha cambiado y debemos basarlo en la democracia y la negociación entre iguales, ya no existe tanta asimetría. El rol de "mamá polluela" ha cambiado: sus polluelos están casi listos para abandonar el nido. Debemos ofrecernos cuando ellos nos necesiten y estar atentos a las señales no verbales que nos van dejando de forma sutil. Observar desde la distancia pero sin entrometerse. Que sepan que estamos ahí.