Son mucho los padres que sienten vergüenza cuando disciplinan a sus hijos en un lugar público, pero en realidad no hay motivo para avergonzarse. Vergüenza se debe sentir en caso de que no se disciplinase a los niños y se les permitiese hacer cualquier cosa. Es probable que ganes más respeto de otras personas cuando presencien que bordas la mala conducta de tu hijo con consecuencias y de forma ejemplar.
Desde que los niños son pequeños, descubren rápidamente cómo responderás cuando se porten mal en público. Algunos padres son más propensos a ceder a los niños en una tienda que en casa solo para evitar la vergüenza y que la mala conducta se detenga cuanto antes. Sin embargo, hacer esto solo hará que empeoren los problemas de conducta.
Si tu hijo piensa que no quieres pasar vergüenza en la tienda, se portará mal para salirse con la suya. Tendrás que planificar con anticipación y prepararte para disciplinar a tu hijo con el tiempo de espera sin importar dónde te encuentres y así que puedas ayudar a tu hijo a aprender que sus comportamientos no son aceptables y que tú, no vas a ceder ante sus pretensiones.
Habla antes de salir de casa con tu hijo
Antes de salir de casa, habla con tu hijo con las reglas de anticipación. Incluso si ya lo habéis hablado, es mejor revisar las normas como recordatorio para tu hijo. Los niños necesitan explicaciones sobre cómo difieren las reglas en varios entornos públicos.
Por ejemplo, un niño no comprenderá que puede gritar en el patio de recreo, pero necesita susurrar en la biblioteca a menos que se lo digas. Si esperas que tu hijo se quede a tu lado en el mercado, se lo tendrás que explicar.
Busca posibles áreas de espera
Intenta adelantarte a la situación y busca un era de tiempo de espera por si lo necesitas. Puede ser un banco delante de la tienda, la sala de espera del médico o una mesa separa que haya en la biblioteca de tu municipio. Depende del lugar al que vayas, piensa un lugar para el tiempo de espera que pueda ir bien para el descanso mental.
Tendrás que supervisar a tu hijo en todo momento y prestarle atención durante el tiempo de espera. Si no encuentras ningún lugar, siempre puedes utilizar el coche y sentarte en la pare delantera mientras tu hijo está sentado detrás pensando. Siempre ignora positivamente y activamente durante el tiempo de espera.
Puedes explicarle a tu hijo por adelantado dónde estará el área de tiempo de espera. Esto puede mostrarle a tu hijo que realmente quieres darle un tiempo de descanso en público, si es necesario.
Dale una advertencia
Habrán algunos comportamientos que tendrán tiempo de espera automático como la agresión física, pero otros comportamientos pueden requerir una advertencia primero. Por ejemplo, si estás en una tienda y tu hijo quiere coger las cosas de un estante, puedes advertir por ejemplo contando hasta tres para advertir que tendrá un tiempo de espera si llegas a tres.
Si su comportamiento continúa después de tu advertencia, cumpla con el tiempo de espera. No hagas amenazas vacías ni repitas la advertencia una y otra vez. De lo contrario, tu hijo aprenderá que no hablas en serio y hará lo que quiera y cada vez peor.
Prevenir los problemas de comportamiento siempre que sea posible
Adoptar un enfoque productivo para evitar problemas de comportamiento siempre que sea posible es preferible. Planifica con anticipación e identifica las estrategias que pueden reducir las probabilidades de que tu hijo se porte mal. Si vas a un lugar donde pueda ser aburrido para tu hijo, tendrás que darle algo que hacer. Puedes darle cosas para que se entretenga o tareas para realizar. También puedes planificar salidas teniendo en cuenta las necesidades e intereses de tu hijo.