En la actualidad contamos con una gran diversidad de ortodoncias si queremos modificar nuestros dientes. Sin embargo, algunas son más aconsejables para adultos que no para niños, ya que requieren un mayor mantenimiento o una responsabilidad más grande, para la cual los niños puede que aún no estén preparados.
Antes de decidir si nuestro niño debe llevar ortodoncia debemos hablar con nuestro dentista para que nos recomiende si es el momento adecuado. Muchos padres les ponen ortodoncias a los hijos mientras están en edad de crecimiento y, posteriormente, con la salida de las muelas del juicio o cambios en la mandíbula los dientes pueden desordenarse de nuevo, haciendo que la organización originada por la ortodoncia se vea desecha con el paso del tiempo y quizás en un futuro deba volver a ponerse de nuevo.
En el caso de que tu dentista le haya recomendado a tu hijo el uso de ortodoncia deberéis escoger cuál es la más adecuada para él teniendo en cuenta sus necesidades y el mantenimiento de la misma.
En Bekia te contamos qué tipos de ortodoncia para niños existen para que podáis decidir cuál será la que le deje una estupenda sonrisa.
Los brackets
Este tipo de ortodoncia es la más conocida hoy en día, puesto que es la más económica. Está compuesta por unas pequeñas placas de hierro que se adhieren a los dientes por la parte exterior individualmente y dos finas tiras que los unen a todos, una para los superiores y otra para los inferiores. Estas tiras son las encargadas de modificar la disposición de los dientes, siendo tensadas o destensadas regularmente por parte del dentista.
Los brackets a parte de ser la ortodoncia más barata, también es muy efectiva y de las que menos tiempo debe llevarse. Sin embargo, el mayor inconveniente que tiene es que es muy vistosa y puede que al niño le de vergüenza llevarla.
El mantenimiento de esta ortodoncia para quien lo lleva no debe suponer una gran responsabilidad. Solamente deberá ser muy consciente de lavarse los dientes tras cada comida, intentar no masticar chicle o comer alimentos que se le puedan quedar enganchados o liados en los brackets (ya que podrían hacerle daño) y seguir las normas del dentista a diario.
Brackets transparentes:
Si no nos importa gastarnos un poquito más podemos optar por una ortodoncia con brackets que en lugar de ser de color metalizado sean blancos o transparentes. Los primeros se llaman también de porcelana y tienen un coste más elevado. En cuanto a los transparentes hace relativamente poco que existen en el mercado, son los más caros de esta gama y están realizados con cristales de zafiro. Es muy importante que lavemos con asiduidad la dentadura y los brackets, más si los llevamos blancos o transparentes, puesto que con estos materiales la suciedad o los restos de comida serán más aparentes y sin una buena higiene los dientes también podrían sufrir las consecuencias como, por ejemplo, la aparición de una caries o la gingivitis.
Ortodoncia lingual
Dentro de este tipo de ortodoncia fija también nos encontramos con la llamada lingual, la cual se basa en la misma técnica de brackets explicada anteriormente, pero es mucho más estética, puesto que estos van colocados en la parte interior de los dientes. No obstante, es más económica y el tratamiento es más largo que si se hace con el método de ortodoncia con brackets tradicional.
Ortodoncia removible
Quizás para tu hijo sea muy importante la estética o tenga miedo de llevar una ortodoncia enganchada a los dientes todos los días durante años. Para ellos existe la ortodoncia removible, la cual podrán quitarse para comer o lavarse los dientes en profundidad. Esta es mucho más cómoda ya que no deberán privarse de comer nada y se pueden asegurar de que sus dientes estén siempre limpios. Sin embargo, la responsabilidad recaerá toda en el niño, debe ser consciente que cada vez que se olvida de ponerse la ortodoncia está alargando el proceso y puede llegar a durar mucho más de lo esperado por no ponérsela como debería.
De día o de noche:
Estas ortodoncias removibles pueden ser de dos tipos: para ser llevada durante el día y la noche o solamente durante la noche. La primera es la menos recomendada para niños, ya que es mucho más fácil ponerles una fija y no tener que dejar en ellos la gran responsabilidad de no olvidarse de ponerse la ortodoncia tras cada comida. Además el hecho de que sea removible hace que deba ser llevada durante más tiempo para que consiga el mismo resultado que los brackets pueden realizar en menos tiempo. La ortodoncia para la noche es recomendada para casos en los cuales no se deben modificar tanto los dientes y es más fácil que el niño se acuerde (o le recuerdes) que debe ponerse la ortodoncia removible antes de ir a dormir. Una vez tenga el hábito aprendido será más difícil que se le olvide.
Esta ortodoncia removible puede ser de varios precios, pero se recomienda hacer la más fina (también más cara) porque es menos visible y más cómoda a la hora de hablar. Si le hacemos una más gruesa, pero más barata, hará que el niño no se sienta cómodo con ella en la escuela. Las más gruesas y económicas son ideales para la noche, porque además de recolocar sus dientes pueden también evitar los froten, como les sucede a aquellos que padecen bruxismo.
Elijas el tipo de ortodoncia que elijas, dentro de lo que el dentista recomiende, piensa que todas ellas tienen un mantenimiento que debe seguirse sin excepción durante todos los meses por manos del dentista. Es un proceso costoso, pero a la larga merece la pena. Tu hijo te lo agradecerá con su mejor y más bella sonrisa.