La nariz es una parte de nuestro cuerpo más compleja de lo que aparentemente parece. Más allá de su estructura externa, parte esencial de nuestra cara, de nuestra identidad y apariencia física, su parte interna cumple también con otra serie de funciones.
Las fosas nasales permiten el calentamiento, humidificación y limpieza del aire inspirado, por eso la respiración nasal es la más natural y adecuada. En cambio, respirar por la boca acarrea una serie de problemas y consecuencias desfavorables para nuestra salud. Cuando un niño presenta respiración bucal, conviene consultar con un logopeda.
En las fosas nasales, además, reposa el sentido del olfato.
Por otra parte, las fosas nasales son importantes para la resonancia del habla y, por tanto, participan en la formación del timbre característico de nuestra voz.
Además, las fosas nasales comunican con otras cavidades cercanas muy importantes: los senos paranasales. Éstos contribuyen a la configuración de nuestra cara y son especialmente importantes también en la resonancia de la voz. En los niños, los senos paranasales son muy pequeños y van creciendo y formándose hasta prácticamente la edad adulta.
¿Qué son los pólipos nasales?
Se tratan de unas masas que aparecen en la mucosa que recubre la parte interna de la nariz o los senos paranasales. Su apariencia en la exploración se asemeja a una especie de pequeños sacos que cuelgan en la cavidad nasal. Si se sitúan dentro de los senos, es probable que se requiera de alguna prueba de imagen como la tomografía computarizada o la radiografía, apareciendo en este caso como manchas dentro de los senos.
Los pólipos nasales son muy infrecuentes en los niños. Generalmente aparecen a partir de los 30 años y son más comunes en hombres que en mujeres.
Pueden recibir el nombre de tumores benignos. Cierto es que el término tumor conlleva un sentimiento de temor y angustia por parte del paciente. Un tumor es la proliferación anormal de células que pueden ocasionar el crecimiento de estructuras anómalas; por tanto, un pólipo sería un tumor. Pero en cualquier caso sería benigno, es decir, no afectaría a otras estructuras. Por tanto, un pólipo no es un cáncer.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal que generan los pólipos es la dificultad para respirar por la nariz. Todos los demás síntomas son consecuencia de este taponamiento que nos obliga a respirar por la boca:
- Tener obstruida la vía respiratoria por la nariz implica que la voz sea muy nasal. Podemos simular lo que sería la voz nasal si hablamos tapándonos la nariz. Con los pólipos la voz no suele llegar a ser tan excesivamente nasal, pero debemos tener en cuenta que los logopedas afirman que este tipo de voz es aún más molesta para la vida de los pacientes que incluso la disfonía, comúnmente conocida como ronquera.
- Tener taponada la nariz, también implica que estos pacientes roncarán más y de manera más intensa.
- Como consecuencia de los pólipos nasales, también es frecuente que aumente la mocosidad.
- En casos severos, además, los pacientes con pólipos sufrirán más a menudo infecciones de las vías altas, de los senos paranasales, del oído medio...
- Tener la nariz obstruida también puede ocasionar dolores de cabeza.
- También como consecuencia de los pólipos, se puede ver alterado el sentido del olfato.
Los pólipos nasales también pueden pasar desapercibidos, especialmente si son de pequeño tamaño, ya que en ocasiones estos no suelen provocar ningún tipo de síntoma.
¿Cómo se detectan?
Es posible que llevando a cabo una exploración por algún otro motivo el otorrinolaringólogo se encuentre con estos pólipos a los que probablemente no dará ningún tipo de importancia si no interfieren en ningún aspecto de la salud del paciente.
Personas asmáticas, con ritinis alérgica o infecciones y sinusitis recurrentes suelen ser más propensas a padecer pólipos nasales pero, como decimos, no tienen por qué afectarles. En realidad, no hay ninguna causa específica que provoque los pólipos.
Los pólipos nasales en los niños
Como decimos, los pólipos nasales en los niños son bastante infrecuentes. Tan solo hay algunas condiciones que pueden aumentar su prevalencia.
Una de ellas, al igual que en los adultos, son las infecciones repetitivas. Niños que padecen sinusitis muy a menudo u otro tipo de infecciones cercanas a la zona nasal, pueden llegar a desarrollar pólipos nasales.
Pero la causa más frecuente para la aparición de los pólipos nasales es la presencia de fibrosis quística. De hecho, si un niño presenta pólipos nasales sin que haya tenido infecciones como las anteriormente mencionadas, conviene descartar que padezca este tipo de enfermedad hereditaria.
¿Cuáles es su tratamiento?
En cuanto al tratamiento, cabe destacar que los medicamentos en el caso de los pólipos no son de demasiada ayuda. En todo caso, algunos pueden aliviar los síntomas si es que los pólipos llegan a generarlos. Aerosoles nasales, corticoesteroides o antihistamínicos pueden ayudar a despejar las fosas nasales y eliminar el moco, logrando incluso disminuir el tamaño de los pólipos, pero no eliminarlos por completo. Además, este tipo de medicamentos no suelen ser recomendables en el caso de los niños.
Si los pólipos nasales son demasiado grandes y provocan sintomatología al paciente, es probable que se requiera de cirugía, ya que es la única manera de eliminarlos por completo. La cirugía, denominada endoscópica, consiste en introducir un tubo delgado a través de las fosas nasales para localizar y extraer los pólipos. No es una cirugía complicada, raramente genera complicaciones ni ingresos. De todas formas, el paciente debe saber que, incluso aunque el pólipo sea eliminado por completo, en ocasiones tienden a reaparecer.