Hoy en día, conocer otro idioma se ha convertido en uno de los requisitos más importantes para conseguir un puesto de trabajo o una plaza en la universidad. Cada vez, son más los jóvenes que tiene un buen nivel de inglés, situación que hace unas décadas no era tan común.
Aprender inglés es una de las asignaturas pendientes de muchos españoles, y para muchos supone un gran esfuerzo retomar el nivel que tenían o empezar de cero con el inglés.
Es por esto que, practicar con tus hijos el inglés, no sólo será bueno para los niños sino también para los adultos. Y es que no hay nada mejor que integrar en tu día a día un idioma extranjero, para que su interiorización resulte mucho más sencilla.
Muchos padres o madres, por falta de tiempo, pueden tener más complicado llevar a cabo las recomendaciones que vamos a proporcionar, pero con dedicar treinta minutos al día, se van a notar los cambios, y poco a poco el hábito se habrá instaurado y no supondrá ningún esfuerzo.
Es muy importante que los niños comiencen a familiarizarse con el inglés desde bien pequeños, porque su cerebro tiene una enorme capacidad para adaptarse a cualquier cambio, lo que supone que el aprendizaje sea algo más natural. Esta capacidad comienza a disminuir a partir de los siete años, y es entonces cuando los niños no se toman el aprendizaje como algo natural, sino como algo académico, por lo tanto la motivación para aprender otro idioma será mucho menor.
¿Qué podemos hacer para mejorar el inglés de nuestros hijos?
Pues bien, antes de que los niños empiecen a hablar otro idioma como el inglés, es importante que estén expuestos a esa lengua para que asimilen los sonidos de los fonemas. De esta forma, se facilita la comprensión auditiva y además, la reproducción de esos sonidos. En otras palabras, los niños van a tener una mayor habilidad a la hora de hablar en esa lengua porque conocen y reconocen los sonidos de esta. Así que, no sólo se practica el listening con ellos de forma directa, sino que indirectamente practicamos el speaking. Para ello, se pueden utilizar muchos recursos, como por ejemplo:
- Ver series de dibujos animados en versión original.
- Escuchar juntos canciones infantiles de habla inglesa.
- Poner canciones en inglés de fondo mientras el niño esté realizando otra actividad, como pintar, jugar, etc.
Para trabajar con ellos la parte de speaking de una forma más directa, lo más sencillo es hablar en casa tanto en español como en inglés. Aunque los padres no tengan un nivel alto, se pueden emplear frases cortas y directas (que normalmente utilizamos con los niños más pequeños). Algunos ejemplos:
- Don't do that! (No hagas eso).
- Well done! (Bien hecho).
- Let's go! (Vamos).
- Come here! (Ven aquí).
- Give me five! (Choca esos cinco).
También, podemos nombrar objetos sencillos de la casa en español y en inglés, para que el niño comience a asociar ambos idiomas.
No olvidemos que aprender mediante el juego es el método más eficaz, por lo que podemos integrar otro idioma en juegos cotidianos, por ejemplo, esconder juguetes y preguntar donde están, empleando la siguiente frase: Where is the ...? The ... is behind/above/in front of/up ... (Where is the car? The car is behind me). En estos casos, es muy importante la entonación que pongamos y la claridad con la que hablemos.
Para aprender la gramática de esta lengua, hay juegos en los que se juntan dos partes de una frase y el niño tiene que decidir si es correcto o no. También se pueden utilizar cartulinas, y escribir en ellas los sujetos y los verbos más sencillos, como el verbo to be, to have, to do... para que aprendan con qué sujeto va cada forma verbal. Por ejemplo: he/she/it va con is, has o does. También se puede trabajar la estructura negativa e interrogativa de estos verbos.
Por otro lado, si no disponemos de mucho tiempo para estar con los niños, podemos utilizar cuentos infantiles en inglés y sentarnos con ellos un rato cada día para leerlos. Cuanto más visuales e ilustrativos sean estos cuentos, más atractivos serán para nuestros hijos.
Aprovechar las nuevas tecnologías
Recurrir a las nuevas tecnologías también puede ser una buena estrategia para aprender inglés. Existen muchas aplicaciones y juegos interactivos con los que los niños además de disfrutar, aprenden este idioma.
Todos estos trucos, facilitan la comprensión e integración de otro idioma en nuestra vida y además complementa la formación que reciben los niños en la escuela.
Los beneficios de dominar dos idiomas son varios y se han estudiado en profundidad. Investigadores afirman que los niños bilingües son mucho más hábiles a la hora de resolver problemas y de adaptarse a los cambios. Además, se favorece la concentración, atención y memoria. Por lo tanto, aprender inglés no sólo va a ser útil para viajar, comunicarte con personas extranjeras, obtener un puesto de trabajo, etc. sino también para ejercitar funciones superiores de nuestro cerebro y, mejorar la búsqueda de alternativas y estrategias para resolver conflictos internos y externos.
En definitiva, hoy en día tenemos a nuestro alcance muchas oportunidades para aprender inglés. No hay que forzar a los niños para que lo aprendan, sino enseñarles de una forma lúdica el idioma y tratar que ellos perciban ese aprendizaje como algo útil y emocionante. Así, no sólo conseguiremos su aprendizaje, sino una gran motivación para continuar practicándolo.