Las vacunas consisten en inyectar en el cuerpo una versión débil del virus contra el que queremos protegernos. De esta manera conseguiremos que nuestro sistema inmunitario tenga un primer contacto con ese virus y pueda desarrollar los anticuerpos adecuados para enfrentarse a esa enfermedad en un futuro, cuando aparezca. Como nuestro sistema inmunológico tiene "memoria", al desarrollar esos anticuerpos que hemos visto antes será más fácil derrotar la enfermedad, y si aparece en un futuro los bebé vacunados tendrán ya "grabados" los anticuerpos necesarios para hacerles frente. Es muy importante sobre todo e los primeros años de vida porque se busca la prevención.
Como todos sabemos las vacunas son vitales para cuidar la salud de nuestros bebés. Hay algunas que son obligatorias y que son cubiertas por la sanidad pública. Sin embargo, hay otras que los médicos suelen recomendar pero que son voluntarias, no están cubiertas por la seguridad social, por lo tanto, si quieres que tu bebé la tenga tienes que pagar un precio, y no barato precisamente.
Las vacunas obligatorias
Con el fin de mantener a nuestro hijo sano y prevenir las enfermedades más peligrosas debes de llevar al día el calendario de vacunación, nuestra aplicación te ayudará a organizarte. Las vacunas actualmente obligatorias (llamadas sistemáticas) y reconocidas por la AEP, la Asociación Española de Pediatría, son:
1) Hepatitis B
Es una enfermedad que afecta al hígado y puede causar cáncer en el 25% de casos de niños con esta enfermedad. Los síntomas que se sufren son cansancio y problemas gastrointestinales, pero no todos lo presentan. Su administración se realiza en tres dosis.
2) Polio
Es una enfermedad parecida a la gripe pero con la diferencia de que además puede presentar parálisis en brazos o piernas. Está formada por cuatro dosis administradas en diferentes meses después del nacimiento.
3) Difteria
El principal síntoma es que la garganta de los bebés se recubre con una lámina espesa y la respiración puede verse impedida. Otros síntomas son la parálisis y problemas cardíacos como la insuficiencia. Se aplica en seis dosis.
4) HIB o haemophilus influenzae tipo b
Cuando los casos son leves no suele haber síntomas, sin embargo, cuando aparecen es común que sea en forma de neumonía, infecciones en huesos, músculos e incluso sangre. En los casos más graves hay afección cerebral. La principal causa de esta enfermedad era la meningitis en bebés o niños pequeños, enfermedad común con terribles consecuencias si no se controla a tiempo.
5) Tos ferina
La tos ferina consiste en una tos violenta que impide la ingesta de alimentos líquidos y sólidos en el bebé. Además, la respiración se ve alterada. Esta enfermedad es muy peligrosa en los bebés menores de 3 meses, provocando convulsiones, afección cerebral, muerte o neumonía. Se administra también en seis dosis.
6) Tétanos
Los síntomas principales son rigidez en los músculos del cuerpo, incluidos los de la mandíbula, como consecuencia a la persona le cuesta comer y beber, por eso en los bebés hay muchas muertes por desnutrición y deshidratación. Uno de cada cinco niños con esta enfermedad mueren. Se aplica en seis dosis.
7) Enfermedad neumocócica
Esta enfermedad produce fiebre y dolor en el pecho. Además puede derivar en otras infecciones como las infecciones de oído, garganta, de oído (incluso puede llegar a producir sordera), neumonía y meningitis, incluyendo el daño cerebra derivado. Su aplicación consiste en 4 dosis.
8) La vacuna triple vírica: paperas, rubeola y sarampión
Aplicada con el fin de evitar sufrir las enfermedades anteriores. Al contrario que el resto solo requiere dos dosis.
Vacunas voluntarias
Aparte de las anteriores (que son son las recomendadas por la AEP para que todos los bebés se pongan después del nacimiento) existen otras que no son obligatorias pero que los médicos recomiendan encarecidamente. La pega es que estas vacunas voluntarias, son de pago, por lo que salen de nuestros bolsillos y muchos padres no pueden permitírselo. En algunas comunidades autónomas se financian algunas, pero depende del lugar y según sus criterios (principalmente debido a criterios económicos de la propia comunidad).
Los médicos suelen recomendarlas, aunque en algunas comunidades autónomas hay quienes se sienten incómodos haciéndolo, ya que no están cubiertas por el servicio sanitarios y el gasto es importante. Aun así, el deber del pediatra es dar toda la información real, independientemente de que la familia decida o no vacuna al niño. Ser conscientes de las posibles consecuencias o de las probabilidades de contraer la enfermedad son vitales para que los padres puedan tomar una correcta decisión.
1) Rotavirus (Rotateq)
Es una enfermedad consistente en evitar problemas gastrointestinales que puede causar el rotavirus. Si el niño contrae la enfermedad puede estar una temporada a base de sueros en el hospital. Su administración es en 3 dosis y cada una cuesta alrededor de los 70 euros.
2) Varicela (Varivax)
Muchas comunidades autónomas que la cubren, por lo que tendrás que informarte cuando te la recomiende el pediatra. Son dos dosis a 65-70 euros por dosis. La primera dosis es sobre el año y la segunda a los dos o tres años.
3) Neumococo (Prevenar 13)
Es una vacuna que protege a los bebés de las enfermedades pneumocócicas. Estas pueden causar inflamaciones e infecciones como meningitis, otitis, infecciones de sangre, neumonía... Cada una de las dosis son 78 euros aproximadamente y se necesitan varias recordatorios a partir de los 12 meses.
Todas estas vacunas, aunque son voluntarias, son un dineral. Por eso, muchos padres dudan en si administrarlas o no. La mayoría de ellos las hacen (por no tentar a la suerte), y otros recurren a comprarlas fuera de España. Hay quien se desplaza, si lo tiene disponible, a países como Andorra, Francia o Portugal, y otros recurren a internet. Sin embargo, los pediatras no recomiendan esta segunda opción, aun sabiendo las dificultades de las familias para adquirirlas, por el riesgo que conlleva para el bebé.
Como resumen, aunque hay algunas vacunas que no son obligatorias, sí son altamente recomendables (y caras), por eso, infórmate bien de si tu comunidad autónoma la cubre. Por desgracia, no todas las familias pueden tener acceso económico a ellas.