El embarazo siempre ha conllevado cambios físicos importantes que alteran el cuerpo por completo. Pequeños desajustes hormonales son algo común a lo largo de los nueve meses en los que el bebé crece en las entrañas maternas. Pese a ello, muchas mujeres se sorprenden cuando meses más tarde de haber dado a luz siguen experimentando cambios en su cuerpo.
Uno de los rumores y miedos que corren entre aquellas que quieren ser madre o que acaban de quedarse embarazadas es el de la posible caída del pelo durante la etapa de la lactancia. Sí, es cierto que durante esa época la mayoría de mujeres pierden más cabello de lo común, pero no hay porque alertarse. Aquí te contamos porque sucede este hecho y que puedes hacer para remediar ese problema.
Los motivos
Ya durante los meses de embarazo el cabello empieza a sufrir cambios. La cantidad y la docilidad del pelo empiezan a variar, pero no debes alarmarte. Eso sucede porque el ciclo natural de pérdida y crecimiento capilar se altera por el elevado nivel de hormonas que fabrica el cuerpo.
Durante los nueve meses de embarazo esos ciclos de caída y pérdida suelen detenerse, por lo que el pelo crece a más velocidad de la que se cae por naturaleza. Este factor debe reajustarse una vez ha nacido el bebé, por lo que debes de perder todo ese pelo que no has perdido a lo largo de tu embarazo. Casualmente, esos meses coinciden con la etapa de la lactancia, por lo que muchas mujeres creen que estos dos factores están relacionados.
¿Cuánto tiempo dura este problema?
Normalmente las hormonas se reajustan de forma progresiva por lo que cada mes que avance, la caída de pelo será menor. Lo normal es que este proceso dure unos nueve meses, así que no temas por este problema, porqué tiene los días contados. Eso sí, pese a estos datos, hay casos en los que la pérdida de cabello puede llegar a extenderse más allá de la lactancia y durar hasta dos años. Una vez pasado este periodo, que varía según la mujer, tu pelo volverá a su estado anterior al embarazo.
Consejos para cuidar tu pelo durante la lactancia
Pese a ser un problema inevitable en la gran mayoría de los casos, sí que puedes esquivar gran parte de esas consecuencias temporales siguiendo algunos de estos consejos:
Lo primero que debes hacer es aparcar durante un tiempo esos cepillos y peines tan agresivos para el cabello que tiran de él. De esta forma también dejarás de obsesionarte observando la cantidad de pelo que has perdido cada vez.
Utiliza un champú y acondicionador elaborado con compuestos naturales y de calidad. Cuantos menos elementos químicos mejor se mantendrá el estado de tu cuero cabelludo y tu salud capilar.
Alíate con las multivitaminas y los suplementos minerales para que tu pelo tenga un extra de fuerza y se mantenga en buen estado durante más tiempo.
Entrégate por completo a la vitamina B, ya que esta ayuda a prevenir la caída del cabello y a fortalecerlo. La vitamina B se encuentra presente en la levadura de cerveza, aunque también puede tomarse a través de comprimidos. Ingiere unas dos cucharadas de estos al día echándolas en el yogur, en caldos o batidos y mantendrás a ralla el problema.
También hay otros métodos más radicales para combatir este estético problema. Para las más coquetas esta puede ser una oportunidad para buscar ese nuevo look que acompañe esta nueva etapa de lactancia. Llevar el pelo corto puede ser la solución para que este problema deje de ser notable tanto para quien lo sufre como para quienes lo ven desde fuera. ¡Ahora ya no tienes excusa para lucir ese look que nunca te habías atrevida a llevar!