El acoso escolar es una realidad que muchos niños y adolescentes deben soportar cada día. Es un problema social en el que todos estamos implicados directa o indirectamente. Es cosa de todos poner freno a este problema que cada vez afecta a más víctimas. Las víctimas de acoso escolar a veces no entienden ni qué les ocurre ni por qué les sucede algo tan malo como esto.
Desde las emociones intensas y el malestar estomacal hasta los pensamientos negativos y el estrés, los efectos del acoso escolar abarcan toda la gama. Existen algunas verdades sobre ser acosador y que solo las víctimas del bullying entienden.
1. El acoso escolar se mete en la mente
Ser intimidado manipula los pensamientos de las personas. De hecho, muchas veces, las víctimas de bullying se creen todas las cosas negativas que le dicen los acosadores. También creen erróneamente que todas las demás personas también piensan esas mismas cosas horribles.
Llega un momento en que esas palabras negativas del acosador se vuelven una realidad en su vida y realmente se creen que no merecen nada. Esto afecta a su sentido de identidad de forma muy seria y su autoestima se ve gravemente dañada.
2. Las reacciones que provoca el bullying no son excesivas
Las emociones que experimentan las víctimas del bullying, incluidas el miedo, la ansiedad y el estrés, no están en su cabeza. Estos sentimientos y emociones son reales. Y, tienen consecuencias muy reales.
Desafortunadamente, muchas personas no entienden los efectos de la intimidación y continuamente cuestionan la validez de las reacciones de una víctima. Suponen falsamente que una víctima está haciendo ' una montaña de un grano de arena', cuando en realidad lo que se ve es tan solo la punta del iceberg.
3. La intimidación enferma físicamente
Los efectos del bullying pueden manifestarse en muchos síntomas físicos. Los niños que han sido víctimas a menudo se quejan de dolores de barriga y de cabeza. También puede sufrir ansiedad, depresión y en los casos más graves, digas suicidas.
Mientras tanto, el estrés crónica que causa el acoso escolar puede llevar a mareos, dolores musculares, hiperventilación, taquicardias, náuseas... también pueden hacerse autolesiones en un intento desesperado de liberarse del dolor emocional a través del dolor físico o padecer trastornos alimenticios.
4. Decirle a una víctima que tiene que superarlo no es efectivo
Nunca es útil ni efectivo decirle a una víctima de bullying que lo que está experimentando no es un gran problema o que deben relajarse o calmarse. En cambio, las víctimas de acoso escolar deben sentirse validadas. También necesitan ideas sobre cómo lidiar y responder a la intimidación. Es necesario que las personas de su alrededor sean comprensivas y pacientes cuando se trata de problemas de este tipo.
5. Sufrir bullying puede cambiarte
Ser intimidado socava la vida y la energía de las víctimas. Una vez que los niños felices se vuelven sombríos y deprimidos... son como conchas rotas. Es muy importante que las personas no asuman de antemano que el acoso escolar es 'cosa de niños' o que no es tan grave... porque sí que lo es. Los efectos del acoso escolar pueden tener un impacto duradero y afectar a las personas incluso en su vida adulta. Puede tener efectos negativos en la salud mental de la persona afectada.
6. El acoso escolar de hace sentir impotente y solo
Incluso cuando se está rodeado de amigos y familiares, una víctima de acoso escolar puede sentirse muy sola. Parte de esto se debe a la impotencia ante la situación que siente la víctima. A menudo, no tienen idea de cómo poner fin a su sufrimiento. También sienten que otras personas son impotentes para ayudarlos también, especialmente cuando la intimidación continúa incluso después de haber sido denunciada. Estos hechos solo aumentan el sentido de soledad de la víctima.
7. La amabilidad de otro puede cambiarlo todo
A veces, todo lo que se necesita es que una persona sonría a una víctima u ofrezca una palabra de aliento. Este pequeño gesto puede crear un sentido de esperanza de que el mundo no es del todo malo, de que hay algo bueno en él. Este gesto puede cambiar todo.