La mayor fuente de vitamina D la proporciona la luz solar, por lo que si exponemos a un niño a los rayos solares estará recibiendo el 90% de la vitamina D que su cuerpo necesita. El otro 10% lo puede obtener a través de la alimentación. El problema radica en que la exposición solar no es suficiente, ya que existen ciertos factores que lo impiden.
El problema principal es la importante campaña de prevención que vivimos actualmente frente al cáncer de piel. No es recomendable exponer a un niño a los rayos solares, ni las horas que necesita para cubrir sus necesidades de vitamina D, porque estaríamos dejando una huella en su piel. Una huella imborrable que puede acarrear problemas mayores.
Por lo tanto, los bebés no pueden recibir el sol de forma directa, aunque les apliques una capa de protección solar. Además, en toda la geografía no luce el sol durante todo el día, por lo que resulta prácticamente imposible que un niño pueda recibir el aporte de rayos solares necesarios.
¿Por qué es necesaria la vitamina D?
La vitamina D es un nutriente que ayuda al organismo a absorber el calcio. Tanto la vitamina D como el calcio son imprescindibles para mantener sanos y fuertes los huesos. Un déficit de calcio para un niño puede causarle raquitismo, una grave enfermedad ósea. Para un adulto la deficiencia de calcio puede ser igualmente grave, puede acarrear osteoporosis con huesos débiles y más propensos a las fracturas.
Además la vitamina D es imprescindible para muchas otras funciones del cuerpo humano. Los músculos la necesitan para su correcto movimiento. Los nervios necesitan la vitamina D para transmitir las órdenes que el cerebro envía a cada parte del cuerpo, para que cumplan cada una con su función. El sistema inmunitario utiliza la vitamina D para luchar contra las bacterias y los virus que puedan atacar al organismo. Por lo tanto, la vitamina D se encuentra en la mayor parte de las células del cuerpo.
Como obtener vitamina D de forma natural
Como ya hemos mencionado, el mayor aporte de vitamina D que podemos obtener es través de los rayos solares. Pero para que sean efectivos el sol debe estar en contacto directo con la piel. De forma que poner al bebé pegado a la ventana, con su pijama enterizo, su bodi y su manta, sería del todo ineficaz, ni siquiera aunque lo pusieras desnudo, ya que los rayos solares no llegarían a la piel del bebé y no obtendría la vitamina D.
La vitamina D también se puede obtener a través de algunos alimentos, como pueden ser:
- Pescados grasos como el salmón, la caballa o el atún
- Algunos hongos
- La soja
- La yema de huevo
- El queso
El problema es que los bebés no toman ninguno de estos alimentos, los recién nacidos se alimentan en exclusiva de leche, ya sea leche materna o leche de fórmula. Y aquí tenemos un importante debate desde hace no muchos años. Algunos profesionales afirman que la leche materna no tiene suficiente vitamina D, por lo que el aporte que recibe el recién nacido es insuficiente.
Por el contrario, podemos encontrar los que defienden que l a leche materna, tiene el contenido necesario de vitamina D para un humano, teniendo en cuenta que tal humano pudiera hacer vida exterior. Lo suficiente como para recibir el extra de vitamina D a través de los rayos solares.
Además, la vitamina D que recibe un recién nacido que es alimentado a través de la lactancia materna, influye directamente de la cantidad de esta vitamina que tenga la madre. Es decir, si la madre no toma la suficiente cantidad de leche, ni se expone a los rayos solares el tiempo suficiente, la cantidad de vitamina D que tiene su organismo será baja. De forma que a través de la leche con la que alimenta a su bebé, tendrá poca cantidad de vitamina D.
Suplementos de vitamina D para los bebés
Hace algunos años los niños no necesitaban ese suplemento de vitamina D, esto es tan simple como que entonces se pensaba que los niños tenían suficiente con salir a la calle. Pero las circunstancias han llevado a detectar que esto no es así y que los niños por lo general tienen una fuerte carencia de vitamina D.
Por lo tanto se llegó a la conclusión de que la mejor manera de evitar carencias de vitamina D en los bebés, es administrándoles un aporte extra de esta vitamina tan importante para el correcto desarrollo de un niño de tan corta edad. Los pediatras en España recomiendan la administración diaria del suplemento de la vitamina D, a todos los bebés durante al menos el primer año de vida. Indistintamente si el bebé es alimentado con lactancia materna o con leche de fórmula. Aunque esta última ya indique que está enriquecida con vitamina D, la recomendación pediátrica es la mencionada.
Todavía no se han llegado a determinar todos los riesgos posibles para un niño, a causa de un déficit de vitamina D, ya que hace pocos años que los expertos han detectado este problema. Pero algunos de los más importantes que ya se conocen son:
- Raquitismo, como ya hemos mencionado, esta enfermedad es el principal problema que puede causar la carencia de la vitamina D. La falta de esta vitamina, impide que se sintetice el calcio y el fósforo de forma correcta, lo que hace el organismo es que lo obtiene a través de los huesos, dejándolos débiles.
- Dientes débiles con riesgo de caries, al igual que en el caso de los huesos, la falta de calcio puede ser causante de que el niño crezca con los dientes débiles y sufra mayor riesgo de padecer caries.
- Riesgo de padecer asma y enfermedades pulmonares
Contraindicaciones de suplemento de vitamina
Algunos padres y madres han asociado el suplemento de vitamina D con el cólico del lactante. No se ha demostrado clínicamente que esto sea así, pero ya que se trata de un medicamento no dejes de consultar con tu pediatra si crees que tu bebé puede estar padeciendo esto. Por lo general el cólico del lactante se debe a otras causas, pero no dudes en acudir a tu especialista, quizá te recomiende bajar la dosis.